Las sagradas Escrituras. No tenemos otros principios que los revelados en la Palabra de Dios.
La Razón. La Fe y la Razón van de la mano, la razón es un don de Dios que debemos usar tanto como podamos. De no usarla nos conducirá al fanatismo, la superstición y el
error.
La Experiencia Personal. Somos una Iglesia vivencial, afirmamos y elaboramos nuestra doctrina sobre aquello que nos consta.
La Tradición. La historia de la Iglesia. Creemos en un Dios, que se ha relacionado con su Iglesia a través de la historia, esta, nos confirma la dirección del Espíritu
Santo en la dimensión universal y personal.