La experiencia del Corazón Ardiente.
El comienzo del metodismo como movimiento de avivamiento transformador en la Inglaterra del siglo XVIII inició prácticamente en 1738 en una capilla morava el 24 de mayo después de asistir por la noche a una reunión en la calle de Aldersgate, mientras un laico daba lectura al prefacio de la Epístola a los Romanos de Lutero, Juan Wesley tuvo su experiencia “de un corazón ardiente”. Wesley escribe en su diario “Como a las nueve menos cuarto, mientras escuchaba la descripción del cambio que Dios opera en el corazón por la fe en Cristo, sentí arder mi corazón de una manera extraña. Sentí que confiaba en Cristo y en Cristo solamente, para mi salvación. Y recibí la seguridad de que El había borrado. mis pecados y que me salvaba a mí de la «ley del pecado y de la muerte». Me puse entonces a orar con todas mis fuerzas por aquellos que más me habían perseguido y ultrajado. Después di testimonio público ante todos los asistentes de lo que sentía por vez en mi corazón».
¿De dónde viene el nombre Metodista?
Durante su estancia en la universidad de Oxford en Inglaterra como estudiantes, Juan Wesley y su hermano Carlos Wesley formaron parte de un grupo de estudiantes llamado el Club de los Santos en el que mediante reglas estrictas de vida religiosa y de conducta dedicados al estudio de la Biblia, la oración y la ayuda a los necesitados se buscaba alcanzar un alto grado de piedad cristiana, debido a su forma tan ordenada y puntual en que llevaban a cabo sus reuniones para abordar los asuntos religiosos el grupo fue etiquetado por sus compañeros como “metodistas” a manera de crítica.
La salvación por la gracia libre y universal.
Como Presbítero Anglicano, Wesley buscaba la restauración de la fe dentro de la Iglesia Anglicana que había caído en un estado de rigidez ceremonial, ritualismo y sequedad espiritual, jamás tuvo el propósito de formar una
nueva Iglesia o denominación diferente, por eso el nombre que dio a los primeros grupos metodistas fue simplemente el de «sociedades», sin embargo, debido a su forma de evangelización y predicación del evangelio hacia las
clases menesterosas y desatendidas por la Iglesia oficial y cuidado de aquellos que se iniciaban en la vida cristiana le fue prohibido predicar en la mayoría de los pulpitos, a lo que Wesley se echó a predicar en las calles
y en los campos. Wesley escribe: “Veo al mundo como mi parroquia. Hasta ahora, quiero decir, que en cualquier parte en la que me encuentre, considero adecuado, correcto y mi deber ineludible declarar a todos los que estén dispuestos a escuchar las buenas nuevas de la salvación”.
El metodismo fue un movimiento y no una institución. Un movimiento que se inició en el redescubrimiento de la experiencia viva de la gracia de Dios y del «testimonio del Espíritu a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios», es un retorno a la experiencia y doctrina de la salvación por la gracia libre y universal de Dios en Cristo Jesús. Lo característico del metodismo no está en la adhesión intelectual a una plataforma de postulados doctrinales, sino en un hincapié en la experiencia personal, en la cual la verdad del Evangelio se hace viva y patente por la fe en Cristo como Salvador, Señor y Dios.
Ministro de la Iglesia de Inglaterra hasta su muerte.
A lo largo de su vida Wesley viajó más de 400,000 km y predicó más de 50,000 sermones. Aun a sus 88 años Wesley continúo predicando el evangelio y siguió considerándose siempre así mismo como un ministro de la Iglesia de Inglaterra hasta su muerte.